Mariano Lezcano, Alexis Juarez, Ángel Chavez y María Belén Palavecino fueron declarados culpables por el Tribunal por haber linchado a Nelson Alderete. El único absuelto fue Javier Falcato.
El Tribunal Oral N° 3 condenó a prisión perpetua a cuatro de los acusados por la matanza en el barrio El Martillo, en la que Brian Falcato (17) y Francisco Chávez (15) fueron asesinados y luego Nelsón Alderete linchado.
Los jueces Juan Manuel Sueyro, Fabián Riquert y Silvina Darmandrail declararon culpables a Mariano Lezcano, Alexis Juarez, Ángel Chavez y María Belén Palavecino por el delito de “homicidio doblemente agravado por ensañamiento y por el concurso de dos o más personas”. Mientras que decidieron absolver a Javier Falcato.
Para los jueces del Tribunal N°3 todo lo sucedido en torno al 7 de mayo de 2017 en el barrio El Martillo fue un “acto de salvajes” con un grado de violencia pocas veces visto. Para los magistrados el crimen de Alderete fue “suplicio y muerte“.
Para los jueces, tal como lo argumentó el fiscal Fernando Berlingeri, Palavecino fue la cabecilla de una banda integrada por Lezcano, Juárez, Chávez y otras personas que no pudieron ser identificadas que actuaron de forma conjunta y coordinada para dar caza y matar a Alderete: lo intimidaron con armas de fuego, lo acorralaron, lo balearon, lo apuñalaron, prendieron fuego la casa en la que estaba, lo mutilaron, arrastraron su cuerpo calcinado afuera, volvieron a prenderlo fuego en la calle hasta acabar con su vida. El cuerpo de Alderete terminó calcinado, mutilado y parcialmente comido por perros.
Una muerte como resultado de otras muertes
En la sentencia, los jueces reconstruyeron una trama de sangre, venganza y muerte. Recordaron que los condenados y la víctima se conocían desde la villa de Paso, hasta que fueron trasladados a los barrios El Martillo y Las Heras.
Los vínculos vecinales comenzaron a romperse en 2010, con la muerte de Martín Sotelo, hermano de Belén Palavecino. Por este homicidio, la mujer culpó a Martín Moyano, quien había salido a “laburar” con Sotelo y ese “laburo” había sido intentar robarle a un “transa” del barrio. El crimen quedó sin resolver, pero lo cierto es que Sotelo falleció y Moyano escapó del lugar, algo imperdonable para Palavecino.
El 30 de abril de 2017 Martín Moyano fue asesinado cuando al salir de la cárcel de Batán. Para el fiscal Berlingeri y para los jueces del Tribunal N°3, esta muerte es la antesala a los asesinatos ocurridos el 7 de mayo de ese año.
La muerte de Moyano, para los jueces, fue el punto de quiebre definitivo en la compleja “armonía” del barrio El Martillo, lo terminó de definir en dos bandos claros: por un lado Belén Palavecino, Mariano “Chaqui” Lezcano y las familias Chávez y Juárez y, por el otro, la familia Moyano y Nelson Alderete, ya que Martín Moyano era su amigo y, encima, vivía con uno de sus hermanos.
El 7 de mayo, Nelson Aderete, queriéndose vengar de Lezcano por la muerte de Moyano, disparó al auto que el joven manejaba y asesinó a Francisco Chávez. El asesinato de este adolescente fue lo que motivó la venganza, el linchamiento de Alderete.
Brian Falcato moriría esa misma noche, al intentar ingresar en la casa que estaba escondido Alderete. “Vos lo mandaste a morir al pibe”, le había dicho Javier Moyano a Belén Palavecino durante su declaración en el juicio.
La líder
Para los jueces Belén Palavecino fue la líder del grupo que asesinó a Alderete. Según consta en la sentencia, la mujer tenía una posición de privilegio en el barrio, por ser quien vendía droga en el lugar y por tener mayor recursos económicos.
“Para ella se trató de matar al rival y mostrar su poder”, expresaron en la sentencia. Además, destacaron que fue la primera que celebró el asesinato de Alderete. “Tiráselo a los perros para que lo coman”, habría dicho ante el cadáver calcinado de la víctima.
Para los jueces, Palavecino “coordinó y organizó los movimientos del grupo y se mostró a la policía en actitud de directora. Tenía motivos para matar a Alderete e imponía su voluntad”.
El único absuelto
Javier Falcato era el padre de Brian Falcato, asesinado por Alderete cuando el joven intentó entrar a su casa para lincharlo. Según consta por los testimonios ventilados en el debate, Javier Falcato llevó a su hijo, que estaba mortalmente herido, hasta el Hospital Interzonal, donde ingresó cerca de las 23.45. Además, estuvo junto al adolescente hasta su muerte, que ocurrió a las 1.40.
Ante esta situación, para los jueces es imposible que Falcato hubiese podido irse del hospital y participar del linchamiento de Alderete y, de haber llegado al barrio El Martillo, lo pudo hacer recién cuando la víctima ya estaba muerta.
De esta manera, los magistrados consideraron que su participación fue imposible y resolvieron absolverlo. Además, destacaron el testimonio del testigo Javier Moyano, quien en su declaración había dicho que “Falcato la liga de rebote, le mataron al pibe y no hizo nada“.